La Dra. Imane Jroundi centra su investigación en la mejora del conocimiento sobre las medidas COVID en las escuelas


13/09/2021

 

La Dra. Imane Jroundi es profesora de Salud Pública en la Universidad Mohammed V de Rabat (Marruecos) y recientemente ha sido nombrada directora de la unidad de Responsabilidad Social de la Facultad de Medicina y Farmacia de Rabat.

Como beneficiaria del programa  Ellas Investigan, realiza su estancia en  el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). El objetivo de su investigación es el de mejorar el conocimiento sobre las medidas COVID en las escuelas.

Su beca está patrocinada por ENDESA.

¿Qué la animó a seguir una carrera científica?

Tuve la suerte de nacer en los años 70 en una familia con un padre ingeniero y una madre profesora de francés y matemáticas. Mi educación estuvo muy centrada en el estudio, concretamente en las asignaturas de ciencias y matemáticas.

 ¿Qué le hizo inclinarse por su especialidad?

Mis padres nos animaban a mi hermana, a mis hermanos y a mí a leer, siempre nos regalaban diferentes tipos de libros. Cuando tenía 10-11 años, y apareció la epidemia del VIH, mi hermano estaba comenzando carrera de medicina, así que en casa había trabajos de investigación o revistas sobre el virus en su escritorio o en su cama. A mí me parecía fascinante. A partir de ahí, tomé la decisión de dedicarme a la investigación en salud pública. Lo sentí como una pasión, como una vocación.

¿Se ha sentido apoyada a lo largo de su carrera?

Mis padres siempre me han apoyado, pero desde que empecé la carrera he ido encontrando múltiples obstáculos, tanto estructurales como organizativos, debido a que en la década de 2000 la “salud pública” no estaba reconocida como un área de conocimiento susceptible de ser una carrera académica.

Sin embargo, los obstáculos más violentos que he visto, son los culturales, especialmente el machismo imperante, en los lugares de trabajo.

En mi familia siempre hemos sido tratados por mis padres en igualdad, por lo que el apoyo su fue y sigue siendo fundamental para mi carrera.

¿Sientes que ser mujer te ha dificultado las cosas? ¿En qué sentido?

Totalmente. La posición que un hombre consigue en su carrera académica en dos años, le toma a una mujer por lo menos diez.  Es fácil de entender: simplemente, como mujeres, nunca somos invitadas a participar, ni expuestas a situaciones donde podamos mostrar nuestros conocimientos y, sobre todo, aprender a construir experiencia en nuestro campo. Es un círculo, al privarnos de construir experiencia, después, no podemos acceder a puestos de «decisión».

¿Cómo cree que su trabajo puede ayudar a su área de investigación?

Llevo trabajando desde 2008 en el mismo tema: las enfermedades respiratorias pediátricas que son la primera causa de muerte infantil en mi país. Esto me ha permitido documentar la mortalidad en los niños marroquíes, sus etiologías, sus factores de riesgo y el grupo de riesgo. Progresivamente, he documentado la evaluación de las medidas preventivas y terapéuticas adoptadas y los mecanismos de actuación.

Este enfoque de trabajo permite la elaboración de documentos que pueden ser utilizados como evidencia para la toma de decisions en la enseñanza y para emprender nuevas investigaciones relevantes. Esto puede ser asimilado y replicado también por estudiantes y jóvenes científicos.

¿Qué espera de su estancia en el ISCIII?

Tengo diferentes expectativas: en primer lugar, me gustaría generar resultados relevantes de mi proyecto de investigación y darle relevancia con una publicación original, un breve informe y una comunicación oral.

Después, observaré los métodos y dinámicas de trabajo en el CNE y, por supuesto, me encantará establecer colaboraciones entre Marruecos y España.

¿Ha tenido modelos de mujeres científicas u otros que la hayan inspirado o apoyado?

En mi línea de investigación, mi modelo es el Profesor Pedro Alonso, el actual Director del Programa de Malaria de la OMS. Lo que ha conseguido, en términos de investigación, y su forma de trabajar es muy inspirador. Su trabajo y sus avances en salud pública son excepcionales, él me permitió encontrar mi camino.

Lo conocí en Marruecos, en un momento muy crítico de mi carrera, cuando todas las puertas estaban cerradas. Estaba preocupada por mi futuro y deprimida por no poder prosperar en el trabajo que siempre había soñado. Él creyó en mis capacidades como investigadora y me permitió una nueva salida hacia una carrera internacional.

¿Cuál sería su consejo para una chica que quiera seguir una carrera en STEM y más concretamente en su especialidad?

Le propongo cinco consejos:

  • Buscar un modelo de éxito científico hace que el camino sea más fácil de diseñar.
  • Identificar y no perder nunca de vista sus propios objetivos.
  •  Centrarse en un tema muy concreto en el que trabajar, utilizando sus propios recursos. Si la situación no lo permite, colaborar con otros.
  • Buscar siempre la excelencia, aunque el entorno profesional fomente la mediocridad. Sólo así se estará preparado y listo para captar las oportunidades que surjan.
  • Perseverar a pesar de todo lo malo que puedan encontrar en su camino.
¿Cómo ve la situación actual del coronavirus en general y especialmente en África y en su país?

Lo veo como un periodo de extrema violencia e incoherencia, también como resultado del lado oscuro de la globalización que exacerbó las desigualdades, las injusticias entre países y entre diferentes estratos sociales. Se han ahogado las especificidades culturales, planteamos un modelo de gestión global, que no se puede replicar en todas partes.

Perdimos la oportunidad de integrar los aspectos sanitarios de los determinantes sociales para gestionar la pandemia y descuidamos el uso de la ética de la salud pública como marco de reflexión; de involucrar a antropólogos y sociólogos en la gestión de la crisis y dejamos la comunicación controlada por las redes sociales. El resultado está ahí.

También, basándose en el modelo estadounidense, y en la gestión de la pandemia durante los primeros meses y la mortalidad que siguió, me pregunté sobre la definición correcta de un país rico. De hecho, un país rico, se caracteriza por su capacidad para desplegar mecanismos legales, financieros y de gestión en el momento oportuno para garantizar la igualdad en el acceso a la atención y un trato digno para todos los ciudadanos y para fomentar su solidaridad

En Marruecos, creo que lo hemos hecho bien. Los hechos en los que Marruecos se ha distinguido de otros países y que merecen ser destacados son: al comienzo de la pandemia, se movilizaron aspectos muy importantes de la ética de la salud pública, estos principios son la reciprocidad y la solidaridad (garantizados a los confinados que ya no podían tener un salario para satisfacer las necesidades de sus familias) y pusimos el énfasis en el bien común, valores asociados a los fines de la salud pública (inducir a los ciudadanos marroquíes a adherirse a las medidas de distanciamiento social, a llevar la máscara y a hacer el programa de vacunación). Por otro lado, participamos en los ensayos clínicos del desarrollo de la vacuna sinopharm, que ayudan a la organización de la campaña de vacunación.

¿Cuáles son sus previsiones?

Mi previsión es seguir trabajando en mi eje de investigación y producir más conocimientos para poder enseñarlos a mis alumnos. Además, seguiré buscando otras experiencias internacionales porque, en mi opinión, es la única posibilidad de seguir aprendiendo y construyendo redes.

Otro aspecto de mi trabajo en Marruecos es seguir reforzando la enseñanza de la ética de la salud pública como disciplina fundamental en la era postcovid. Por desgracia, esta herramienta universal para la toma de decisiones óptimas no se utiliza realmente en todo el mundo.

¿Cree que la comunidad científica está siendo eficaz a la hora de afrontar esta crisis?

¡El drama de esta pandemia es que es una pandemia! Los políticos se encontraban en una situación cómoda para «copiar y pegar»  lo que ocurría en otros lugares, y esto fue desde el principio el mayor error. A partir de ahí, entenderán que los científicos que tienen un punto de vista diferente o crítico de lo que se hacía en otros lugares, o que sugieren medidas de control contextualizadas, no fueran escuchados; especialmente si vienen de un país emergente y critican la forma de hacer de un país rico.

Una vez más, me gustaría destacar que se perdió la oportunidad de invitar a la mesa de debate a sociólogos, antropólogos, historiadores, economistas, éticos y filósofos y tener una comprensión holística del problema. Eso podría haber anticipado ciertos errores en los confusos mensajes enviados a la población general durante la pandemia

¿Ha sido un reto para ellos?

Por supuesto, la falta de tiempo para entender lo que estaba pasando, para verificar los datos, para responder inmediatamente a las preguntas que no tenían una respuesta definitiva. Y lo más insólito fue tener que informar a los políticos y al público en general, porque los científicos no están acostumbrados a dirigirse a ellos; nuestro público son los investigadores y los estudiantes. Todo esto ha creado un terreno propicio para que sean muy vulnerables.

Además, un aspecto específico en «salud pública» es describir y analizar los datos con un margen de error, pero en esta situación el público prefería respuestas dicotómicas: sí o no, y eso, incluso bajo amenaza, un verdadero investigador nunca lo diría.

¿Cree que las diferentes vacunas que existen son la solución?

Más que la disponibilidad de las vacunas o su eficacia teórica, la clave es la tasa de cobertura de vacunación en cada país, región y continente. Si no se vacuna masivamente el virus no será derrotado. Para mí, éste es el reto inmediato a conseguir.

Una vez alcanzado este objetivo, podremos concentrarnos en diferentes elementos importantes que se relevan en las acciones a más largo plazo y que dependerán de las capacidades de cada país.

En mi opinion, gobiernos, científicos y enseñantes deben centrarse en fortalecer la ética como principio de gobernanza y la gestion de la vida social, cuidando sus impactos en la salud pública.

¡Es necesario contar con investigadores y expertos en urbanismo en puestos de trabajo importantes, porque su trabajo es clave para el desarrollo y gestión de las infraestructuras de la ciudad, es el núcleo duro de la gestión de las epidemias, las antiguas civilizaciones árabes y romanas lo practicaron y dominaron durante varios siglos!

¿Cree que habrá un antes y un después marcado como resultado de la pandemia?

Por supuesto, y espero que sea para bien.

En cualquier caso, seguiré insistiendo en mis cursos en los aspectos éticos de la salud pública y en los determinantes de la salud utilizando la gestión de la pandemia mundial como caso de estudio. Espero que cada país sea consciente de que debe invertir para desarrollar mecanismos de autosuficiencia en productos e infraestructuras sanitarias que garanticen un acceso de calidad y equitativo a los miembros de su comunidad y a sus visitantes o invitados.

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