Winnie Mughogho, Malawi, licenciada en Económicas y Violeth Hezron, Tanzania, ingeniera medioambiental estudian en la UAM


Presentamos hoy a dos nuevas estudiantes. Winnie Mughogho, de Malawi, licenciada en Económicas y Violeth Hezron,  de Tanzania, ingeniera medioambiental. Aunque Winnie y Violeth tienen dos historiales muy distintos, les une la oportunidad que la Fundación les brinda, a través del programa de becas Learn Africa, de estudiar en la Universidad Autónoma de Madrid.

Winnie solicitó la beca del programa Learn Africa porque “reconoce el potencial de las mujeres africanas para lograr un mayor cambio en el continente a través de la educación” y, de esta forma, continuar la investigación en su campo. Ahora está haciendo un máster en Economía Internacional.

Nos cuenta que su experiencia en Madrid está siendo fantástica. Le entusiasma poder estudiar desde una perspectiva distinta, lo que complementa su formación recibida en Malawi. Lo que más le sorprende es que no hay mucha gente en Madrid que hable inglés. Sin embargo, le gusta mucho el español y espera hablar el idioma con fluidez muy pronto.

Cuando termine sus estudios en Madrid, a Winnie le gustaría seguir investigando en el campo de la economía para desarrollar proyectos en una organización internacional. “Una buena política social y económica debe estar arraigada en una investigación y análisis rigurosos. Mi objetivo es garantizar que África utilice sus recursos de manera eficiente desarrollando sus economías”.

Violeth le está encantando su vida en Madrid, tanto en la ciudad como en la universidad. Le impacta le tecnología avanzada que hay en Madrid, por ejemplo en el metro. También le asombra la puntualidad de los profesores y estudiantes con los horarios de las clases y las fechas de entrega. Cuando vuelva a Tanzania le gustaría poder enfocarse en los problemas y las soluciones relacionados con el agua, ya que se ha convertido en un reto tan importante hoy, especialmente en su país.

Este programa tiene una especial atención en la discriminación de las mujeres en el ámbito de la educación. Violeth comparte su experiencia afirmando que en el ámbito académico sí ha sufrido discriminación en los debates de clase, por ejemplo, donde la opinión de los hombres siempre ha sido la válida y la correcta, mientras que la suya no se tenía en cuenta. “En África, a las mujeres se les necesita para realizar las actividades domésticas en vez de fomentar su educación académica; y es algo que no pasa entre los hombres”.

Para terminar, Winnie y Violeth están de acuerdo en que este programa de becas es una “buenísima iniciativa” y gracias a ella, son capaces de demostrar al mundo que quieren y pueden continuar sus estudios, investigar en los campos que les apasionan y algún día, llegar a aportar su granito de arena en el desarrollo y avance de sus propios países.

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