25/06/2020
Violeth Kazumba, trabaja en la compañía de Suministro de Agua y Saneamiento de Tanzania. En el curso 2018-19 fue beneficiaria de una beca de la Fundación Mujeres por África y la Universidad Autónoma de Madrid, donde estudió un Máster en Calidad de Aguas Continentales.
Como es bien sabido, el coronavirus afecta a todo el mundo y ha causado miles de muertes en muy poco tiempo. De forma rápida la pandemia ha cambiado la vida cotidiana de la gente de todas partes. Por ejemplo en Estados Unidos, el impacto económico del virus ha dado lugar a nuevas clasificaciones de trabajadores «esenciales», a un desplazamiento hacia el trabajo on line y a un vertiginoso aumento del paro, que, además, se prevé que siga creciendo.
Tanzania, también, se ha visto afectado por la pandemia. El primer caso se confirmó el 16 de marzo y desde entonces se han notificado más de quinientos casos y más de cincuenta muertes.
Las autoridades están haciendo todo lo posible para formar y concienciar a los ciudadanos sobre medidas para evitar la expansión de la pandemia. (Al final de este artículo detallo las medidas decretadas)
En Tanzania, las autoridades políticas y sanitarias se enfrentan a esta situación de manera eficiente y honesta, tratando de no presionar mucho a la gente, pero aumentando la concienciación y el compromiso en la adopción de medidas de seguridad.
La población, así como la economía del país, se ha visto repentinamente afectada, ya que el flujo de dinero ha disminuido considerablemente. La gente no puede salir al exterior para sus actividades económicas y laborales diarias. Muchas oficinas, escuelas y universidades están cerradas y hay muy poco movimiento comercial dentro y fuera del país.
Escuchamos a un hombre de negocios decir: «Esta enfermedad es nefasta, estoy perdiendo mis clientes muy rápido. Dependo de la venta de alimentos para pagar mi alquiler y alimentar a mi familia. No sé cómo voy a sobrevivir si la gente no viene a comprar debido a este virus».
En muchas oficinas los empleados han cambiado su mesa de despacho por la mesa del comedor de su casa, el sofá o, incluso, la cama. Esta situación puede alargarse mucho tiempo, en tanto las empresas no encuentren la forma de implementar medidas seguras para poder volver a los puestos de trabajo.
La vida no es normal en absoluto, estamos viviendo en una botella cerrada ya que no hay libertad de movimiento. Nos tenemos miedo los unos a los otros. Resumiendo, estamos inmersos en una situación de angustia.
Se ha mencionado que diferentes medicinas hechas de plantas naturales curan el virus de la corona. Los mencionados son limones, jengibre, ajo, hojas de eucalipto, hojas de guayaba y más como se puede ver en la figura.
«QUÉDATE EN CASA, MANTENTE A SALVO, COVID -19 ES REAL»
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