La Alianza de Mujeres por la Paz, con las embajadoras africanas ante la ONU


Madrid. 30 de junio.  Esta tarde se ha celebrado una reunión virtual de los líderes de la Alianza de Mujeres por la Paz, Miguel Ángel Moratinos, Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones, y María Teresa Fernández de la Vega, presidenta de Mujeres por África, con las siete mujeres embajadoras africanas ante Naciones Unidas.

Se trata de las representantes permanentes de la Unión Africana, Fatima Kvari Mohammed; Ruanda, Valentine Rugwabiza; Angola, Maria de Jesús dos Reis Ferreira; Ghana, Martha Ama Akyaa Pobee; Eritrea, Sophia Tesfamariam; Guinea Conacry,  Fatoumata Kaba; y Madagascar, Vero Henintsoa Andriamiarisoa.

Los asuntos tratados en la reunión, siempre con el tema de fondo de la Agenda Mujeres, Paz y Seguridad de Naciones Unidas, que cumple 20 años sin haber dado los frutos apetecidos, se han centrado en explorar formas de generar sinergias para impulsar la presencia de mujeres en  los procesos de paz e identificar posibles iniciativas sobre el terreno en zonas de conflicto.

También se ha hablado de la situación creada por la pandemia, que está suponiendo un enorme desafío para los países en conflicto, y en especial para la región del Sahel. En este sentido, María Teresa Fernández de la Vega ofreció a la embajadora de la Unión Africana, Fatima Kvari Mohammed, la posibilidad de realizar conjuntamente con la Alianza de Mujeres por la Paz una iniciativa de formación para mujeres mediadoras. Algo que Mujeres por África ya realizó hace algunos años en Mali con su proyecto Mujeres de Mali por la Paz.

Igualmente,  la presidenta de Mujeres por África propuso la posibilidad de iniciar un proyecto de formación online en mediación, a través de webinars, dirigido a mujeres líderes africanas provenientes de distintos escenarios. Se trataría de reunir en un espacio virtual a mujeres de distintos países con objeto de que, en el contexto de una formación genérica, pudieran intercambiar experiencias.

La formación en mediación –explicó Fernández de la Vega- ha sido muy orientada desde los países del Norte, por lo que es necesario incorporar las prácticas de las mujeres líderes del Sur, la casuística de las mujeres de base, sus propuestas, seguramente más apegadas a las necesidades de las personas y un mayor potencial para transformar las realidades de sus países.

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