A 25 de mayo, Día de África, el continente resiste


Madrid, 25 de mayo. Hoy se celebra el Día de África, una celebración que conmemora el nacimiento de la Organización de la Unión Africana (OUA), actual Unión Africana desde 2002, el 25 de mayo de 1963 en Addis Abeba, Etiopía. En ese momento, la nueva organización panafricana tenía como objetivo unir a los 32 estados que acababan de obtener su independencia. Pero también ayudar a los pueblos que se encontraban todavía bajo el dominio colonial.

Según la carta de la OUA, lanzada en 1963, el día del 25 de mayo conmemora simbólicamente la necesidad de «fortalecer la unidad y la solidaridad de los estados africanos».

Esta idea surge en 1958, en el Primer Congreso de Estados Africanos Independientes en Accra (Ghana), organizado por el presidente del país y filósofo panafricanista Kwame Nkrumah. A la cita asistieron trescientos representantes, entre los que se encontraban  grandes líderes de las independencias, como Julius Nyerere, Joshua Nkomo, Kenneth Kaunda, Patrice Lumumba o Amílcar Cabral.

Durante esta época, algunos de estos países invitados al congreso, todavía estaban bajo dominio colonial europeo, por eso se quiso subrayar la importancia de instituir un «Día de la Libertad Africana» para «marcar cada año el progreso en el movimiento de liberación y simbolizarlo», así como “la determinación de los pueblos de África de liberarse de la dominación y explotación extranjeras”. El Día de África es oficialmente festivo en algunos países  africanos, como Ghana o Mali.

Pero este año, el Día de África se celebra en medio de una pandemia global. Una pandemia que por el momento el continente está logrando contener y cuyo estado de situación repasamos.

A fecha de 22 de mayo, se han registrado un total de 99.433 casos de COVID-19 y 3.145 muertes, y  se han notificado 28.432 personas recuperadas.  El continente ha alcanzado la barrera de las 3.000 muertes, aunque solo seis países (Sudáfrica, Egipto, Argelia, Marruecos, Nigeria y Ghana) tienen más de 5.000 infectados. Algunos medios de comunicación ya señalan que el número de casos supera los 100.000, lo que difiere de la última divulgación por parte de la OMS.

Durante la última semana, a medida que los casos en el continente siguen aumentando, los Estados Miembros de la Unión Africana han continuado ampliando las medidas de salud pública impuestas:

– Toque de queda: Egipto, Sudán, Túnez

– Cierre de instituciones educativas y religiosas: Marruecos

– Cierre de la frontera: Zambia

Algunos Estados Miembros permiten una reapertura parcial de la economía, el transporte público y/o escuelas, entre ellos Botswana, Côte d’Ivoire, Djibouti, Níger y Senegal. Pero medidas de precaución como el uso de máscaras y guantes y el distanciamiento social siguen vigentes.

En Burkina Faso fue inaugurada una escuela gratuita y abierta en línea. Etiopía ha ofrecido un seguro de vida a los profesionales de la salud y a los miembros de personal de apoyo que está luchando contra la pandemia de COVID-19 en el país. En Kenya está previsto desplegar laboratorios móviles en las fronteras. Marruecos ha ampliado rápidamente su flota de aviones teledirigidos en su lucha contra la pandemia, utilizándolos para vigilancia aérea o anuncios de servicio público. Ruanda ha iniciado la llamada «Corona Action Rwanda» para alentar a los jóvenes ruandeses a proponer soluciones innovadoras para abordar el impacto de COVID-19. Sudáfrica concederá la libertad condicional a otros 19.000 presos de bajo riesgo.

Mujeres y sus iniciativas

La importancia de la figura de la mujer africana fue puesta de manifiesto hace unos días por el Secretario General de la ONU, António Guterres.

Guterres pidió solidaridad con África para que el coronavirus no revierta los grandes avances del continente. En su discurso también señaló que las mujeres serán centrales en todos los aspectos de la respuesta, los paquetes de estímulo deben dar prioridad al aumento de la protección social y poner dinero en efectivo en sus manos.

“Será necesario adoptar muchas decisiones difíciles a medida que evolucione la pandemia, y será esencial mantener la confianza y la participación de los ciudadanos durante todo el proceso», dijo el Secretario General. Además, pidió que la juventud africana sea empoderada y que se respeten los derechos humanos de todos los migrantes.

Para concluir, afirmó que África todavía está en los primeros días de la infección por coronavirus, en comparación con otros continentes, advirtiendo que el contagio podría aumentar rápidamente.

“Poner fin a la pandemia en África es esencial para acabar con la pandemia en todo el mundo», concluyó el Secretario General.

Y las mujeres están contribuyendo a ello muy activamente. En el caso de Costa de Marfil, Bakayoko-Ly Ramata,  Ministra de Mujeres, Familia y Niños, llevó a cabo un proyecto de lucha contra el Covid-19, denominado “una mujer, una máscara”. Este programa de sensibilización se encarga de distribuir un lote de máscaras las mujeres en los mercados de Treichville y Anono (Cocody), ya que constituyen el grupo más vulnerable y expuesto a los riegos de contagio. Además de las máscaras. Se han distribuido kits de higiene.

Otra iniciativa llevada a cabo, en este caso en Ruanda, es de Jacqueline Mukarukundo, una joven que creó Wastezon, una aplicación móvil que conecta los hogares y las industrias de reciclaje para tratar los desechos en un proceso ecológico. Ante la crisis de salud, desarrolló rápidamente su solución para adaptarla a la situación.

La joven ruandesa afirma que “en África, no tenemos un sistema tecnológico que pueda ayudar a prevenir la propagación de Covid-19, por lo que debemos intervenir para proporcionar ideas y soluciones que puedan resolver los problemas asociados con el virus».

Dentro de la diáspora africana, Nala Müller, alemana de origen congoleño,  ha lanzado una campaña de recaudación de fondos para crear conciencia contra Covid-19 en Kinshasa, por medio de la iniciativa “Solution for Congo”. En esta iniciativa se trabaja yendo de puerta en puerta para crear conciencia sobre las medidas de protección, fabricar mascarillas para las mujeres campesinas, obtener localmente soluciones hidroalcohólicas y colocar dispositivos de lavado de manos frente a las casas de los ancianos. También se compra la producción de los agricultores locales para su distribución a los barrios más desfavorecidos de Kinshasa.

En Senegal, el colectivo de diseñadores de moda L’Atelier 221 en Dakar  que colabora con la asociación Les Racines de l’espoir, una asociación presidida por la activista Sophie Gueye, para la fabricación y distribución de mascarillas de tela.

 

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