Mi búsqueda de una beca para cursar estudios de posgrado comenzó durante mi estancia en el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El entorno del PNUD, caracterizado por personas muy preparadas, muchas de ellas con doble titulación de máster, me impulsó a reconocer el imperativo del progreso académico. En 2018, inicié mis solicitudes de becas. Sin embargo, no fue hasta 2022, en medio de una carrera floreciente, cuando me concedieron la estimada beca Learn Africa para cursar estudios de posgrado en Ciencias Políticas a nivel de máster en la Universitat Autònoma de Barcelona.
El descubrimiento de esta oportunidad de beca se produjo a través de la página de Facebook “Scholarships Opportunities for Malawians”, una plataforma en la que los malauíes comparten diversas oportunidades de becas. El proceso de solicitud de la beca Learn Africa destacaba por su sencillez y claridad en comparación con otras oportunidades. Rellené la solicitud en línea y la envié en un día. En particular, este proceso de solicitud se distinguía por no exigir un certificado de inglés y omitir las entrevistas como parte del proceso de selección.
Un día, mientras estaba en el trabajo, recibí un correo electrónico de Mujeres por África, indicándome que estaba entre las candidatas preseleccionadas recomendadas a la Universitat Autònoma de Barcelona para la beca. Unas semanas más tarde, recibí un mensaje de felicitación de Mujeres por África, confirmándome que era la candidata elegida de la beca Learn Africa para cursar un Máster en Ciencias Políticas en la Universitat Autònoma de Barcelona. La alegría que experimenté en ese momento fue inconmensurable: un sueño hecho realidad. Recuerdo vívidamente el momento en el que compartí la noticia con mi marido, un momento de pura euforia.
Posteriormente sobrevino el proceso de obtención de visados, que planteó un reto singular debido a la ausencia de una embajada española en Malawi. En consecuencia, tuve que viajar a Zimbabue para tramitar los visados para mí y los miembros de mi familia. Conseguir cita resultó ser una tarea desalentadora, pero las representantes de Mujeres por África me proporcionaron un apoyo inestimable en todo momento, facilitando el proceso de cita. Además, los representantes de la Fundación Autónoma Solidaria UAB ofrecieron orientación sobre los documentos necesarios para solicitar el visado. A pesar del retraso en la expedición del visado, que me hizo perder algunas clases iniciales, me consoló el hecho de que tanto los miembros de mi familia como yo obtuviéramos los visados necesarios. Los representantes de la Fundación Autónoma Solidaria UAB me facilitaron el alojamiento de mi familia y me dirigieron a los enlaces pertinentes para reservar un apartamento sin el contrato de trabajo convencional que suelen exigir los propietarios en España.
Habiéndonos trasladado con mis hijos y mi marido a España, pensábamos que una vez que los niños empezaran el colegio, mi marido buscaría un empleo tanto por compromiso como por estabilidad económica. Sin embargo, nos desalentó descubrir que a los familiares a cargo no se les permite trabajar en España. Esta revelación fue decepcionante, ya que parecía injusta para las personas que apoyan a sus cónyuges en sus esfuerzos académicos. A pesar de este contratiempo, los representantes de la fundación desempeñaron un papel crucial para que mis hijos se matricularan en un colegio cercano. Como mi marido y yo no trabajábamos, no tuvimos que pagar la matrícula de los niños.
La adaptación a la vida en Terrassa, Barcelona, fue en general fluida, marcada por la calidez de la comunidad local. Mis hijos apreciaron mucho la disponibilidad de parques infantiles gratuitos en las zonas residenciales durante nuestra estancia en España. El idioma, sin embargo, supuso un reto notable, ya que el inglés no era muy hablado. El uso de los traductores de Google resultó muy útil para facilitar la comunicación con la población local. Comenzar mis estudios unas semanas después del inicio de las clases no impidió mi progreso, gracias al apoyo inquebrantable y la flexibilidad demostrada por los profesores de la UAB. En particular, los profesores priorizaron el éxito de los estudiantes, proporcionando un entorno propicio para el aprendizaje. Su disposición a ampliar los plazos de entrega de los trabajos fue una clara diferencia con el enfoque más rígido observado entre los profesores de mi país natal, Malawi.
Aproximadamente a los dos meses de empezar el curso, recibí una invitación inesperada para una entrevista de trabajo de una de las organizaciones de Malawi a las que me había presentado antes de recibir la beca. Consciente de que los procesos de selección suelen ser largos, decidí continuar con las entrevistas. Durante la entrevista, realizada por un alto cargo de la organización, hablé con franqueza de mi situación y expliqué que estaba cursando un máster en un país extranjero. Me mostré dispuesta a participar en la entrevista porque esperaba que la organización estuviera abierta a la idea de que trabajara a distancia durante los primeros meses y pasara a trabajar a tiempo completo a mi regreso, una vez terminados los estudios. Sin embargo, no estaba segura de que la organización fuera a considerar esa posibilidad.
Transcurrieron dos meses sin ninguna comunicación de la organización. Una mañana, mientras me preparaba para asistir a mis clases, me llegó una notificación por correo electrónico del personal directivo de la organización. El contenido del correo decía:
Querida Linda,
Espero que te encuentres bien. Ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos en la entrevista.
Nos impresionaste mucho y nos gustaría explorar una forma de contratarte potencialmente. Si sigues interesada en el puesto, te contrataríamos como consultora a tiempo parcial. Si la respuesta de ambas partes es positiva, intentaríamos transformar el empleo en un puesto a tiempo completo y presencial en Lilongüe a partir de abril (siempre que esté de vuelta en Malawi para entonces). El programa tendrá una duración de 5 años.
Por favor, hágamelo saber si usted está potencialmente interesada en un acuerdo como este, o si las cosas han cambiado y usted ha seguido adelante. Si está interesada, por favor, indíqueme también el salario que desea percibir.
Saludos cordiales,
Recibir ese correo electrónico fue un momento indescriptible de pura felicidad y alegría sin límites. Fue la confirmación de que todo mi esfuerzo y dedicación habían merecido la pena: no sólo había conseguido mi máster en Ciencias Políticas, sino también un puesto a tiempo completo en Democracy International, un puesto que había esperado pacientemente mi regreso tras finalizar mis estudios de posgrado. Esta experiencia me ha enseñado una valiosa lección: el viaje de cada persona es único. Lo que hizo aún más extraordinario este logro fue la oferta de trabajo que me esperaba en casa. La organización reconoció mi potencial y el valor de mis esfuerzos académicos. Su paciencia y su voluntad de adaptarse a mi itinerario educativo pusieron de manifiesto su compromiso de fomentar el crecimiento y el desarrollo de su equipo. Mi historia es un testimonio de la creencia de que con dedicación, resistencia y un claro sentido del propósito, uno puede alcanzar sus objetivos y descubrir que el destino puede ser incluso más extraordinario de lo que había imaginado.
Como mi marido no podía trabajar, se matriculó en la Universidad Pública de Navarra en Pamplona, España, para cursar estudios de posgrado en Comercio Internacional. Actualmente se encuentra en Navarra, España, centrado en sus estudios. Mientras tanto, yo estoy de vuelta en Malawi con los niños, contribuyendo activamente al Programa de Apoyo Parlamentario financiado por USAID con Democracy International. El Máster en Ciencias Políticas que obtuve se ajusta estrechamente a las responsabilidades de mi cargo actual. Me entusiasma embarcarme en este nuevo capítulo de mi carrera, armada con los conocimientos y habilidades que he adquirido durante mis estudios de posgrado con el apoyo de Mujeres por África y la Fundación Autónoma Solidaria UAB. Es un testimonio de la idea de que, a veces, las mejores oportunidades llegan a quienes están dispuestos a perseguir sus sueños sin descanso. Mi viaje ha reforzado mi convicción de que la búsqueda del conocimiento y el crecimiento personal es una empresa gratificante, que puede conducir a destinos inesperados y gratificantes.
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