La violencia obstétrica está muy generalizada y, sin embargo se desconoce su impacto. Día 10


  • La violencia Obstétrica constituye otra forma de agresión contra la mujer. Día 10 de la campaña #16DaysofActivism

La violencia obstétrica es la que ejerce el personal sanitario sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres. Se expresa en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales. Se trata de un tipo de violencia que se practica exclusivamente sobre la mujer.

Todas las mujeres tienen derecho a recibir el más alto nivel de cuidados en salud, que incluye el derecho a una atención digna y respetuosa en el embarazo y en el parto, y el derecho a no sufrir violencia ni discriminación.

Se trata de un problema estructural, y sin embargo, la OMS asegura que a pesar del evidente maltrato existente durante los procesos reproductivos, actualmente no existe consenso internacional sobre cómo definir y medir científicamente el maltrato y las humillaciones sufridos por las víctimas. Por consiguiente, se desconoce su impacto y prevalencia en la salud, bienestar y elecciones de las mismas. Así, miles de mujeres alrededor del mundo han sufrido esta violencia, sin ni siquiera ser consciente de ello.

La violencia obstétrica se expresa en prácticas como: episiotomía (incisión que practica el médico entre la abertura de la vagina y el perineo durante el parto), la maniobra de Hamilton (tacto vaginal con movimiento circular del dedo, que produce dolor y puede acarrear sangrados), la maniobra de Kristeller (Se realiza empujando con los puños o el antebrazo la parte superior del útero coincidiendo con la contracción y el empuje de la madre, para propiciar la salida del bebé) el parto inducido o la amniorexis (provocar la rotura del saco amniótico o bolsa de aguas). A esto, se le suma el maltrato verbal, tratar a la mujer de manera irrespetuosa y ofensiva durante el embarazo, el parto y el puerperio.

En África, esta violencia se traduce la mayoría de veces en casos de fístula obstétrica. Es causada por un parto prolongado -en ocasiones dura entre cuatro y cinco días- y obstruido, en el que la cabeza del bebé provoca a la madre un desgarro entre la vejiga y la vagina o entre el recto y la vagina. La falta de flujo sanguíneo causa la muerte o necrosis del tejido, haciendo un agujero entre la vagina y el uréter, la vagina y el recto, o ambos. Esto provoca a su vez incontinencia urinaria y/o fecal.

Las mujeres con fístula viven avergonzadas y a menudo son rechazadas por sus propias familias y comunidades. También influye que en numerosos casos los partos son atendidos en zonas rurales y/o por personas sin formación específica.

El maltrato, la negligencia o la falta de respeto en el parto pueden constituirse en una violación de los derechos humanos fundamentales, descritos en las normas y principios internacionales de derechos humanos.

(Este trabajo es elaborado por Bárbara Marques,  Blanca Sell y Anaïs Sánchez de Lucas, estudiantes y voluntarias en la FMxA)

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